Saberes de Trabajo Social en Desastres y Emergencias?

September 14, 2017 | Author: Francisca Agüero Sáez | Category: N/A
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1 Saberes de Trabajo Social en Desastres y Emergencias? o Datos personales: Nombre: Violeta Flores F. Datos de contacto:...

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¿Saberes de Trabajo Social en Desastres y Emergencias?

o Datos personales: 

Nombre: Violeta Flores F.



Datos

de

contacto:

56-224543373,móvil:

56

9

99797755;

e-mail:

[email protected](trabajo), 

Estudios: Asistente Social U. de Chile, Magister en Educación mención Gestión de Calidad, Diplomada en Mediación Familiar, Diplomada en Asentamientos Humanos y Diplomada en Políticas Internacionales Sobre el Delito. Doctorando en Trabajo Social , Universidad Nacional de la Plata, Argentina



Actividad actual: Docente Escuela de Trabajo Social Universidad de Valparaíso, Chile..

o RESUMEN: Es una investigación que pretende aproximarse a los Saberes de Trabajo Social en Chile y Latinoamérica sobre riesgo social sobre desastres y emergencias a través de las prácticas discursivas de Trabajo Social. Surge por la percepción de invisibilización social y pública que experimentó el gremio en el Terremoto ocurrido el 27/F/2010 en Chile.

Se propone conocer y reconocer cuales son los saberes históricos de los/as trabajadores sociales que se desempeñan en la academia, la intervención, y/o asumen roles gremiales-corporativos; que se han ido instalando y legitimando en la producción científica y literaria. Acercamiento que se realiza, especialmente a través de las concepciones transversales de la producción histórica de Michel Foucault de Saber y su asociación de poder, verdad, sujeto y biopolítica.

En cuanto al trabajo social, considera a Saúl Karst, por su concepción y cuestionamientos del ser y sentido histórico de la disciplina en lo contemporáneo.

o PALABRAS CLAVE: Saberes y Trabajo Social, Riesgo Social y desastres y emergencias.

o INTRODUCCIÓN Y MARCO DE REFERENCIA:

El Terremoto del 27/02/2010, ha sido el desastre y emergencia histórica más grande del país y entre los 5 más catastróficos del mundo, demandando hasta hoy, incalculables esfuerzos económicos, materiales, políticos y sociales, tanto para superar las pérdidas de vidas humanas, viviendas e infraestructura, como para re-articular la vida social. Asimismo, no son los únicos eventos, que generan cuantiosos efectos y daños, transformando la gestión de riesgo en una variable obligada en la planificación pública.

La profesión desde su génesis se ha ligado a la extrema necesidad y emergencias, trabajando con el gran desastre de la pobreza y precariedad (Dominelli, 2010), que vive más del tercio poblacional del planeta y principal afectado de situaciones de desastres. Por otro lado, en cada rincón de Chile, Latinoamérica y el mundo, siempre hay un trabajador social protagonista en catástrofes, emergencias y numerosas situaciones de riesgo social, pero, son escasos los estudios, investigaciones, informes y reflexiones de experiencias, en las cuales se puedan identificar sus prácticas discursivas. Si abundan publicaciones de psicólogos, urbanistas, geógrafos, sociólogos, etc..

En Chile, en el marco de las políticas sociales, se aplican instrumentos para medir y evaluar la vulnerabilidad y riesgo social, pero, en general e históricamente quienes están a cargo del diseño, planificación y supervisión no son trabajadores sociales, estando éstos en cargos de la implementación, ejecución directa o solo supervisión a nivel local. Siendo un abierta crítica y demanda del gremio su participación en los niveles estratégicos y decisionales.

De allí que la taxonomía que sugiere M. Foucault en la arqueología de saber, y dispositivos vinculados al poder que contribuyen a su aparición, continuidades y quiebres, constituye un esquema cuyas pretensiones se alejan de los sistemas tradicionales de AD (análisis de discursos) y ACD (análisis críticos de discursos). Perspectiva de análisis discursivo que permite identificar en los enunciados, los saberes –en el propio ámbito discursivo–y visualizar el rol determinante en lo político y disciplinario, en la vida actual e histórica de los sujetos. Asumiendo además, su complejidad y continuo entrecruzamiento epistemológico, ontológico, ideológico y ético-político.

La relevancia disciplinar, es indudable , por el aporte que es posible generar como parte de la reflexión y debate , asumiendo la trayectoria y dispositivos que han contribuido a las prácticas discursivas en la temática, identificando cuales son los núcleos y dispersiones enunciativas que marcan y reifican históricamente, le dan vigencia y obsolescencia.

Por otro lado, se identifica y distingue las diversas concepciones y acepciones que se acuñan en la noción de Riesgo y Riesgo Social, diferenciando este mismo con vulnerabilidad, para lo cual se hace referencia a Castell, Beck y a otros autores contemporáneos ligados a las ciencias sociales y al Trabajo Social.

En cuanto a desastres y emergencias utiliza diversas fuentes teóricas y referenciales, de las ciencias naturales, sociales y el trabajo social.

La investigación se aboca en las últimas 3 décadas en Chile y Latinoamérica y se concretará por medio del levantamiento, análisis de relatos y discursos provenientes de textos, documentos, informes y/o imágenes, etc. Como entrevistas a trabajadores sociales que se desempeñan en intervención, la academia y lo gremial. Cuyos contenidos y categorías se trabajaran desde un diseño matricial confeccionado en base a la propuesta de Foucault.

o FUNDAMENTOS: El marco teórico aproxima a las categorías centrales sobre el cual versarán las indagaciones y análisis de la investigación:

El saber, según Foucault (Foucault, 2002) es un.” conjunto de elementos formados de manera regular por una práctica discursiva y que son indispensables a la constitución de una ciencia, aunque no estén necesariamente destinados a darle lugar”. “ …Es aquello de lo que se puede hablar en una práctica discursiva que se encuentra especificada: el dominio constituido por los diferentes objetos, que fue o adquirirán o no un estatuto científico” :, ::”un saber es también el espacio en el que el sujeto puede tomar posición para hablar de los objetos de que trata en su discurso(en este sentido, el saber de la medicina clínica es el conjunto de las funciones de mirada de interrogación, de desciframiento. de registro, de decisión, que puede ejercer el sujeto deI discurso médico); un saber es también el campo de coordinación y de subordinación de los enunciados”

Para Foucault (Foucault, 1966), la pregunta por el saber es arqueológica, así la interrogante y misión del arqueólogo, es preguntarse, extraer el pensamiento del

pensamiento, lo que subyace y emerge como posibilidad en un instante. “Considera que el saber de una época se halla constituido por el conjunto de los regímenes de enunciados posibles, que encuentran sus límites en lo visible y lo decible en un tiempo y lugar determinados, y que resultan del interjuego de reglas que hacen que emerjan algunos enunciados y no otros (. Londoño, 2011).

Para Foucault, el saber.”.. Es aquel pensamiento implícito en la sociedad, un pensamiento anónimo configurado a partir de ciertas reglas de formación y transformación, y que resulta condición de posibilidad tanto de una teoría como de una práctica o de una ciencia" (Citado por Londoño ,2011). Por tanto, constituye una experiencia social que, aunque no se plasme en algún enunciado concreto, puede ser reconstruida desde la descripción de las líneas de visibilidad y de enunciación que caracterizan el dispositivo discursivo de un periodo.

El Saber (La Arqueología del Saber, 2002), no sería una reconstrucción histórica de los códigos lingüísticos, gramaticales, semióticos o semánticos del discurso; sino , serían descripción de los sistemas de discursividad en su dispersión, de los acontecimientos enunciativos que permiten identificar la unidad de un discurso (como la psiquiatría, la economía política, etcétera) mediante las reglas de formación de los discursos y no mediante el sistema de la lengua, entendido como la relación diacrónica entre un significante, un significado y su referente . Centra su análisis hacia el enunciado, como unidad básica del discurso que considera ignorada hasta ese momento. Los que existen, emergen y dependen dentro del campo del discurso. No serían proposiciones, ni declaraciones ni actos discursivos, a diferencia de lo propuesto en el ACD (Análisis Crítico del Discurso), según distingue Londoño (. Londoño, 2011), agregando que en su análisis, Foucault (1973) considera los actos discursivos serios en cuanto a su análisis literal, en lugar de buscar algún significado más profundo. El saber por el que se pregunta no se identifica con el conjunto de los conocimientos científicos y

filosóficos propios de una determinada época:”. Es un saber cómo espacio, que pertenecen las instituciones y los acontecimientos, relacionado con los sujetos, objetos y conceptos,

construye

y

se construye a través de las relaciones

discursivas con los medios no discursivos.

La Teoría del Riesgo o Sociedad del Riesgo Global (U.Beck.1998), es la paradoja que las sociedades modernas equipadas con todo tipo de bienes materiales y protecciones, poseen el sentimiento de inseguridad que atraviesa todos los estratos sociales. Situación compleja que , lleva a R. Castell a plantear crítica e hipótesis ..” la inseguridad moderna no sería la ausencia de protecciones o medios sino todo lo contrario, una obsesiva “manía” vinculada a la búsqueda incesante de seguridad en un mundo social interrelacionado. De este modo, “no toda sensación sobre la inseguridad es proporcional a un peligro real, sino más bien el desfase entre una expectativa desmedida y los medios proporcionados para poner en funcionamiento la protección; en otros términos estar protegido –sugiere el autorimplica estar amenazado (Castell, 2006 s.d)”; La tesis principal de Castell, es que a partir de los 80 se ha instalado un nuevo problema en relación con la inseguridad; no de inseguridad en sí misma sino de una “problemática del riesgo” o la percepción de que ninguna solución es suficiente frente a lo imprevisto. Se viviría en las sociedades modernas una especie de “inflación del riesgo” , no existiría una solución que aniquile o mitigue el factor ansiógeno. En un contínuum paradójico, aumenta la demanda de protección y disminuye la seguridad de estar protegido (Castell, 2006: 78).

En la perspectiva de un análisis histórico del riesgo, presenta una transformación del paradigma puramente cuantitativo (que determinaba la probabilidad que un evento catastrófico ocurriera) hacia un paradigma cualitativo (que entiende el riesgo desde la percepción que el individuo tiene de riesgo). Mayoritario número

de estudios muestran que la evaluación de los problemas de riesgo que el público difiere radicalmente de los expertos (Breyer, 1993).

Los desastres pueden entenderse “. como una situación nociva o destructiva de grandes proporciones que afecta –por lo general intempestivamente– a amplias poblaciones y territorios causando daños tanto a la salud y la vida, como a la propiedad y la organización, sobrepasando la capacidad de respuesta de la comunidad y creando exigencias de asistencia exterior…” más aún , ..Por…”las extensas perdidas vitales y materiales que ocasionan les confieren una enorme importancia social pues interrumpen el proceso de desarrollo…”. Al decir que los desastres pueden ser intempestivos ,alude a que ocurren sin anuncio previo y no dando tiempo para advertencias, sorprendiendo a la población en ambientes vulnerables , incrementando los daños a la vida y la propiedad, ejemplos : terremotos, tornados, avalanchas, entre otros; Otros desastres se presentan lentamente, dándose un periodo entre el momento de su generación e impacto sobre las poblaciones expuestas, permitiendo formular advertencias o realizar acciones previas para la protección de la población, ejemplo, las lluvias catastróficas o sequías, que pueden generar pérdidas económicas cuantiosas al largo plazo.

La emergencia tiene características similares, pero, a diferencia del desastre, crea exigencias que pueden ser atendidas por la comunidad afectada. Muchos eventos adversos pueden ser resueltos adecuadamente y oportunamente en las grandes ciudades pero en comunidades pequeñas y aisladas pueden ser inmanejables si son los limitados recursos disponibles, como en situaciones de pobreza.

En cuanto a Trabajo Social, ¿Es posible, es necesario definir el trabajo social? , Saúl Karsz (karsz, 2007), se plantea que hay dos formas muy diferentes de

entender la pregunta, como una retórica, es decir, una cláusula de estilo, cuya afirmación va seguida de una interrogación y si cambia de signo a exclamación, cambian diametralmente las respuestas; pues serían dos caras de una misma moneda y el papel de la respuesta, sería clausurar la pregunta en breve. Agregando que, mantener la pregunta permite elaboraciones, aclaraciones, puntos de no retorno, respuestas que abren posibilidades inéditas, y nuevas preguntas.

Plantea que es una cuestión vinculada al poder, la capacidad, la aptitud, abriendo en abanico de interrogantes ¿Puedo yo, nosotros, definir el Trabajo Social? ¿Contamos con los medios?, ¿Disponemos de experiencias numerosas y variadas, investigaciones consistentes, conocimientos pertinentes, metodologías probadas, de conceptos suficientes para que la definición pueda ser producida? Agrega que, los recursos no faltan e inventariando innumerables aspectos vinculados a la historia de Trabajo Social, la intervención, sujetos de atención, producción profesional, académica e investigativa, etc. Concluyendo que de acuerdo a ello está indefinido; porque todo el tiempo se le presupone, presume, sobreentiende, quedando en la sombra su naturaleza, su fuerza , su poder, sus límites ; llegando a la obviedad y a la exactitud de lo que puede , no puede , debe , no debe, es y no es definitivamente.

Asimismo,

dicha

indefinición

e

inexactitud

permite

afirmar

lo

contrario.

Concluyendo que lo que falta, no es una definición, sino un reconocimiento de definición, es decir, “una definición manifestada” (karst, 2007), pues sería hoy día puesta en ejercicio, pero no en escena. De allí que constituiría un “desafío nuclear”, Saber que es, de que se ocupa, como lo hace y que cosas se juegan en las prácticas cotidianas de los trabajadores sociales. Por tanto, es una cuestión de saber, de conocimiento, más allá de las opiniones, sensaciones y posturas. El tránsito de vivido a lo sabido , de la conciencia y sus representaciones, a la teoría y sus argumentaciones; con el entendido que es un proceso lento, colectivo

exigente de definición, de prueba y rectificación, en otras palabras que se ancle en la intención científica más que en el discurso científico. De este modo la clave es “saber si es posible saber. (karsz, 2007). Finalmente, derivando sus conclusiones, propone una dialéctica de la definición que se conjuga en dos momentos, el primero, dar razón de una realidad y el segundo el trabajo de invención.

o RESULTADOS: La investigación constituye un proyecto de tesis en curso, por tanto, solo hay a la fecha, indagaciones equivalentes al estado del arte, expuestas en el siguiente punto.

o DISCUSIÓN: Sandra Arito (Arito, 2003), se refiere a desastres y emergencias y a la actuación profesional del Trabajador Social. Reflexionando cómo entender el fenómeno y la necesidad de construir las bases de una cultura preventiva de desastres, para evitar los efectos dañinos y el sufrimiento humano; agrega que, los profesionales que intervienen en el campo de lo social y

el sanitario específicamente

(hospitales, centros de salud, etc.) son necesarios y tienen responsabilidades atribuidas en situaciones de emergencias; desde el punto de vista asistencial, preventivo, educativo, entre otros.

En una publicación posterior, destaca el significado de los aspectos relacionales a realizar en las contingencias de desastres y emergencias, adquiriendo relevancia el lugar del “otro” en la intervención, la empatía que se debe establecer en la interacción, como los trastornos por estrés postraumáticos que experimentan quienes intervienen. Privilegiando la dialéctica entre desastre y vida cotidiana,

desastre y salud mental, la persona y el colectivo, el desborde de las emociones y la violencia vengativa y expansiva, entre otras.

Otra aproximación, son las conclusiones a que ese llegó en los tres encuentros1 sobre el tema. La visión de riesgo que se percibe, se asocia a contingencias de base social, que expondrían a las familias a ser vulnerables en situaciones de desastres, siendo el factor más determinante la pobreza, como lo señala Dominelli (2010). Traduciéndose en condiciones de vida materiales y de habitabilidad que expondrían a las personas y familias diferencialmente. Habiendo zonas como laderas de rio, cerros, alturas, volcanes, etc., en que la probabilidad de ocurrencia de desastres es mayor; y se reforzaría con la falta de redes de apoyo familiar, social e institucional, asociado a una cultura favorecedora de la anticipación del riesgo y mitigación oportuna del daño.

En la emergencia, al trabajador social se asociaría con fases, roles y funciones; con aspectos y experiencias que limitarían su protagonismo e intervención, en poner en práctica sus saberes y aprendizajes: Los roles profesionales, serían difusos sin una tarea específica para el Trabajador Social más que lo paliativo; se percibe con insuficientes saberes específicos y competencias profesionales para asumir el riesgo. Se le vincula limitado a la fase de acogida y asistencialidad, ocasionalmente, en roles de intervención en crisis.

El Colegio de Trabajadores Sociales de Costa Rica (1992), ha definido un perfil profesional del trabajador social en el área, identificando sus propósitos, funciones, roles, niveles de intervención, etc.

Constituye una síntesis

y

reconocimiento de saberes profesionales sustantivos, que asocia competencias 1

Seminarios internacionales realizados en Chile , entre el 2010-11, en ciudades de concepción, La Serena y Arica , denominados: ” Experiencias . saberes, aprendizajes del Trabajo Social en desastres y emergencias” organizados con el Colegio de Asistentes Sociales de Chile y el auspicio de la FITS, IASW y CBS.

fundamentales de los Trabajadores Sociales. Destacando su rol de contenedor y educador de acuerdo a los niveles de complejidad del desastre y emergencia.

Molina Cruz, 2, plantea un modelo interdisciplinario, definiendo roles y aportes profesionales complementarios y que se deben asumir en conjunto, fundamenta la innecesaria exclusividad disciplinaria, tanto en la actuación de una emergencia o desastres, dada la complejidad de dichas situaciones (Molina Cruz, 2005).

CONCLUSIONES: Aun cuando la investigación se halla en curso, sin duda esta aproximación y los potenciales resultados de la misma , un valioso desafío por el aporte que puede significar para el trabajo social a nivel disciplinar y profesional, para conocer, reconocer y legitimar los saberes de trabajo social , como sus continuidades, discontinuidades y quiebres , como las corrientes hegemónicas que lo definen y transversalizan ; pues constituye un área de intervención y un ámbito de saberes , que tradicionalmente se ha ligado y se ha construido el quehacer del trabajo social, pero que sin embargo , no presenta una visibilización significativa, es más , son escasas las escuelas de Trabajo Social que cuentan con formación en el tema.

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2

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